Cinco pruebas comunes para el glaucoma

La detección temprana, mediante exámenes oculares habituales y completos, es la clave para proteger su visión del daño que provoca el glaucoma.

Es importante que se realice un examen de ojos regularmente. Debe analizarse los ojos:

  • antes de los 40 años, cada dos a cuatro años;
  • desde los 40 años hasta los 54 años, todos los años a cada tres años;
  • desde los 55 años hasta los 64 años, todos los años a cada dos años;
  • después de los 65 años, cada seis a 12 meses.

 

Toda persona que presente factores de riesgo elevados debe someterse a un examen oftalmológico completo todos los años o cada dos años después de los 35 años.

Un examen integral del glaucoma

Por motivos de seguridad y precisión, deben controlarse cinco factores antes de llegar a un diagnóstico de glaucoma:

Se debe examinar… Nombre de la prueba
La presión ocular interior Tonometría
La forma y el color del nervio óptico Oftalmoscopia (examen del ojo dilatado)
La totalidad del campo visual Perimetría (prueba del campo visual)
El ángulo del ojo donde el iris se encuentra con la córnea Gonioscopia
El espesor de la córnea Paquimetría

Los chequeos habituales del glaucoma incluyen dos pruebas de ojos de rutina: tonometría y oftalmoscopia.

Tonometría

La tonometría mide la presión en el interior del ojo. Durante la tonometría, se usan gotas oftálmicas para anestesiar el ojo. A continuación, un médico o técnico usa un instrumento llamado tonómetro para medir la presión interior del ojo. Se aplica una pequeña cantidad de presión en el ojo mediante un diminuto instrumento o una ráfaga cálida de aire.

El intervalo de presión normal es de 12 a 22 mm Hg (“mm Hg” hace referencia a milímetros de mercurio, una escala que se utiliza para registrar la presión ocular). La mayoría de los casos de glaucoma se diagnostican con una presión que supera los 20 mm Hg. Sin embargo, algunas personas pueden tener glaucoma con presiones de entre 12 y 22 mm Hg. La presión ocular es exclusiva de cada individuo.

Oftalmoscopia

Este procedimiento de diagnóstico ayuda al médico a examinar su nervio óptico para detectar daños a causa del glaucoma. Se utilizan gotas oftálmicas para dilatar la pupila de modo que el médico pueda observar a través del ojo y examinar la forma y el color del nervio óptico.

A continuación, el médico usará un pequeño instrumento con una luz en el extremo a fin de iluminar y ampliar el nervio óptico. Si la presión intraocular no se encuentra dentro del intervalo normal o si el nervio óptico tiene un aspecto inusual, es posible que su médico le solicite que se realice uno o dos exámenes adicionales para el glaucoma: perimetría y gonioscopia.

Perimetría

La perimetría es una prueba del campo visual que genera un mapa de la totalidad de su campo visual. Esta prueba ayudará al médico a determinar si el glaucoma ha afectado su vista. Durante la prueba, se le pedirá que fije la vista hacia el frente y, luego, indique cuando una luz en movimiento pase por su visión periférica (o lateral). Esto ayuda a trazar un “mapa” de su vista.

No se preocupe si hay una demora al ver la luz a medida que se mueve hacia su punto ciego o alrededor. Esto es totalmente normal y no significa necesariamente que su campo visual esté dañado. Intente relajarse y responda de la manera más precisa posible durante la prueba.
Es posible que su médico desee repetir la prueba para observar si los resultados son iguales la próxima ocasión en que se lo realice. Una vez confirmado el diagnóstico de glaucoma, generalmente se realizan pruebas de campo visual entre una y dos veces al año para verificar si se produjeron daños en la vista.

Gonioscopia

Este examen de diagnóstico ayuda a determinar si el ángulo donde el iris se encuentra con la córnea es abierto y amplio o estrecho y cerrado. Durante el examen, se usan gotas oftálmicas para anestesiar el ojo. Se coloca suavemente en el ojo una lente de contacto portátil. Esta lente de contacto tiene un espejo que le indica al médico si el ángulo entre el iris y la córnea está cerrado y bloqueado (posible indicio de glaucoma de ángulo cerrado o agudo) o amplio y abierto (posible indicio de glaucoma de ángulo abierto o crónico).

Paquimetría

La paquimetría es una prueba simple e indolora que mide el espesor de la córnea (la ventana transparente que se encuentra en la parte frontal del ojo). Se coloca suavemente una sonda llamada paquímetro en la parte frontal del ojo (la córnea) para medir su espesor. La paquimetría puede ayudar a su diagnóstico ya que existe la posibilidad de que el espesor de la córnea influya en las lecturas de presión ocular. Con esta medición, su médico podrá comprender mejor su lectura de PIO y desarrollar un plan de tratamiento adecuado para usted. El procedimiento requiere tan solo un minuto, aproximadamente, para medir ambos ojos.

¿Por qué existen tantos exámenes de diagnóstico?

El diagnóstico del glaucoma no siempre es sencillo, y una evaluación cuidadosa del nervio óptico continúa siendo esencial para el diagnóstico y el tratamiento. La preocupación más importante es proteger su visión. Los médicos observan diversos factores antes de tomar decisiones sobre su tratamiento. Si su afección es particularmente difícil de diagnosticar o tratar, es posible que sea remitido a un especialista en glaucoma. Siempre es sensato contar con una segunda opinión si usted o su médico tienen inquietudes sobre su diagnóstico o su progreso.


También podrá encontrar información en este artículo de nuestro folleto gratuito: Comprendiendo y viviendo con glaucomaSolicite su copia gratuita.